7 de DICIEMBRE : DANIEL BRANCA

Hoy recordamos a Daniel Branca, dibujante, publicista y pintor argentino nacido en Buenos Aires el 7 diciembre de 1951 y fallecido en la misma ciudad el 28 de enero de 2005, que alcanzó gran reconocimiento mundial fundamentalmente con sus dibujos del Pato Donald para Walt Disney.Company.

Comenzó tempranamente su carrera de dibujante en una agencia publicitaria y poco después ingresa a trabajar en una red de televisión local colaborando en la realización de los cortos animados de Doña Tele para el programa Zapato Roto.

En 1971 forma dupla artística con Oscar Fernández y realizan Mc Perro y Doña Tele para el suplemento El Clan de Mac Perro de la revista Billiken.

Luego ahí reviven entre 1972 y 1976 el personaje El Mono Relojero con guiones del brillante Enrique Pinti, que hacen vivir al personaje fascinantes aventuras por todo el planeta, viajando a otros mundos y a otras épocas a través del Reloj Mágico de Pie de Misia Pepa.

Juntos también realizan una publicidad animada para Raid y en 1972 dan vida, con guiones de Oskar Blotta, a El Sátiro Virgen en la Revista Satiricon.

En 1976 viajó a Barcelona, España donde comenzó a trabajar para la editorial Bruguera dibujando la sátira medieval Caramelot, y luego Sir Bombin, Zipi y Zape y Gaby, Miliki y Fofito.

Ahí también realiza una segunda etapa de “La Pochi, rápida pa’ los mandados”, esta vez en colores, de la historieta que había iniciado Izquierdo Brown con guiones de Rolando Hangling para Satiricón de Argentina.

A través de la agencia Bardon Art, Branca dió comienzo a su prolongada etapa de dibujante de Disney para la agencia danesa Egmont, convirtiéndose en uno de los principales dibujantes del Pato Donald de Europa, debido a que le crea un estilo propio con influencias de la escuela francobelga y del dibujo animado.

A comienzos de los años ochenta y por un par de años se establece en París dedicándose a la pintura cubista y constructivista.

En 1984 se radica en Mallorca, España donde continúa trabajando para Disney.

En los ´90 regresa a Argentina dónde continúa su relación con la Egmont (Disney), con colaboradores como Raúl Barbero y luego supervisando el trabajo de otros dibujantes como José Massaroli y dedicándose a la pintura.