7 de NOVIEMBRE : REVISTA SATIRICON
Hoy recordaremos a la revista Satiricón, cuyo primer número vió la luz en Noviembre de 1972. Su trayectoria estuvo signada por importantes acontecimientos políticos, ya que pocos días luego de su aparición, Perón regresó a la Argentina luego de su extenso exilio y el último número apareció en marzo de 1976, a pocas horas del golpe de Estado.
En medio, sufrió limitaciones, censuras, prohibiciones y clausuras de todos los gobiernos, en especial, el de Isabel Perón y López Rega, cuando debió Interrumpir su publicación entre septiembre de 1974 y diciembre de 1975.
Fué fundada por Oskar Blotta (h), con la colaboración de Andrés Cascioli como director de arte y Carlos Ulanovsky y Mario Mactas como asesores de dirección y redacción.
La revista contó en sus inicios con humoristas experimentados como Basurto, Oscar Blotta (padre), Miguel Brascó, Flax y Faruk (Lino y Jorge Palacio), José Miguel Heredia, Landrú, Siulnas y otros. Luego se fueron incorporando Oski , Aldo Rivero, Amengual, Bróccoli, Caloi, Ceo, Crist, Fernández Branca, Fontanarrosa, Garaycochea, Grondona White, Ibáñez, Izquierdo Brown, Killian, Limura, Napoleón, Ortiz, Pérez D’Elías, Rafael Martínez, Sanzol, Tomás Sanz, Viuti; y entre los redactores podemos mencionar a Dante Panzeri, César Bruto, Carlos Abrevaya, Alejandro Dolina, Alicia Gallotti, Viviana Gómez Thorpe, Ernesto Guelperín, Jorge Guinzburg, Ricardo Parrotta, Carlos Trillo y otros.
Satiricón se transformó en un boom editorial y una revista faro para humoristas, periodistas y otros emprendimientos editoriales, con tiradas de hasta 250.000 ejemplares mensuales a comienzos de 1974.
Ese año se editaron tres revulsivos suplementos titulados Los Humores de Satiricón: Humor Negro 1, Humor Negro 2 y Humor Chancho; un cuarto suplemento, Humor Social, no llegó editarse porque sobrevino su clausura.
A su regreso cambió la línea editorial y sus colaboradores, con la secretaría de redacción a cargo de Rolando Hanglin y la inclusión de redactores como Pepe Peña y Bernardo Neudstadt. Esa etapa, demasiado irreverente para esos tiempos convulsos, sólo duro cuatro números.
Fuente Ahira.
Comments
Post a Comment