23 de SETIEMBRE : AVIVATO
Hoy recordamos a Avivato, personaje creado por el dibujante y humorista Lino Palacio, que comenzó a aparecer en el diario La Razón el 23 de septiembre de 1946 y luego en otras publicaciones, muchas de ellas de Latinoamérica.
Varias generaciones de porteños incorporaron el nombre de este personaje a su lenguaje para definir al vividor profesional. Avivato es un vivillo, hábil para sacar ventaja de las situaciones, esquilmar a sus víctimas y hacer caer a los incautos en trampas insospechadas que pueden incluir vender terrenos en el medio del río o buzones a los chacareros, conseguir el amor de una heredera o pedir préstamos que desde el vamos no piensa devolver.
El propio Gabriel García Márquez definió duramente al personaje como “el tipo perfecto del vividor sin escrúpulos, oportunista practicante irreductible de la alta y vulgarizada filosofía del embudo… muy distante de ser el tipo humano digno de la simpatía pública o privada... un estafador de la buena fe, un aprovechado de la ingenuidad y la confianza del vecino”
Lamentablemente también lo asoció al típico porteño, aunque también reconoció que, como casi todos los personajes de historieta, a través de la sátira, tiene la utilidad de reflejar aspectos negativos de la personalidad humana con el fin de corregirlos.
La popularidad de la tira hizo que en 1949 llevara su nombre una película con el personaje a cargo de Pepe Iglesias "El Zorro". A partir de 1953 también tuvo su propia revista, dirigida por el hijo de Lino Palacio, Faruk y el periodista Luis Alberto Reilly (Billy Kerosene).
En 1955 comenzó a trabajar en ella el dibujante Quino en coincidencia con un cambio en la línea editorial: tras el derrocamiento de Perón la publicación comenzó a incluir humor político nacional y a satirizar desde sus páginas a los militares y allegados que habían llegado al poder con el golpe de estado.
En 1978, con motivo de la realización en Argentina del Mundial de Fútbol, la dictadura militar en ese momento en el poder sugirió al director de La Razón la suspensión de la tira con este personaje, por considerar que podía afectar la imagen de los argentinos frente a los visitantes que se esperaban. Lino Palacio acató la sugerencia y decidió no dibujar más la tira.
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